Mucha gente cree que el potencial curativo de las Células Madre Mesenquimales (CMM) depende de la capacidad que tienen éstas células de convertirse en distintos tipos de tejidos como hueso, músculo, cartílago, etc.
Sin embargo, la verdadera sorpresa que tuvieron los científicos en estos últimos cinco a seis años, es que las CMM tienen una versatilidad sin precedente para actuar medicinalmente in-vivo, sin la necesidad directa de que éstas células se diferencien en tejidos específicos.
De los cientos de protocolos clínicos que están corriendo hoy en día alrededor del mundo con CMM humanas, solo algunos pocos estudian los efectos multipotenciales in-vitro que estas células tienen. La gran mayoría de ellos, así como de los cientos de publicaciones científicas reportando casos de aplicaciones humanas, apelan a la capacidad responsiva in-vivo que tienen estas células para cumplir su efecto terapéutico[1].
El hecho de que las CMM se llaman, precisamente, “Células Madre” o “Células Troncales”, ha hecho inferir a la mayoría de la población que el efecto terapéutico de éstas células depende de su capacidad de generar tejidos específicos. Es por esto, que el llamado “Padre de las CMM”, el Dr Arnold Caplan de la Case Western Reserve University, el mismo que bautizó a éstas células como “Células Madre Mesenquimales” hace más de 25 años, ha pedido a la comunidad médica y científica mundial que estás células sean re-bautizadas a: “Células Medicinales de Señalización”.[2]
Y es que éstas Células Mesenquimales o Células Medicinales de Señalización, son la base de le que hoy se conoce como “Environmentally Responsive Therapeutics” en dónde las células mesenquimales actúan in-situ a través de la secreción de factores bio-activos y señales que responden a los microambientes a las que están expuestas. En otras palabras, éstas células “entienden” y responden a las necesidades inmediatas de los tejidos a los que son trasplantados. Estos mecanismos hacen que las células medicinales sean las protagonistas del rescate, reparación y regeneración de los tejidos dañados o enfermos de los pacientes sin mayor intervención del médico o laboratorista.
Muy resumidamente y en términos coloquiales (para no entrar en terminologías médicas muy específicas), los mecanismos responsivos de acción de éstas células son:[3]
- Desinflamación: Las CMM tienen una importante función en reducir y detener los procesos inflamatorios degenerativos del cuerpo, mismos que están correlacionados a muchas enfermedades y a los efectos de la edad.
- Inmunomodulación: Las CMM modulan el sistema inmunológico para que el sistema de defensas funcione de una manera óptima. La inmunomodulación actúa a varios niveles del sistema neural, muscular, esquelético, etc. Mediante la inmunomodulación las células disminuyen la inflamación, inducen tolerancia y reducen las posibles complicaciones de la enfermedad injerto contra huésped.
- Renovación celular: Las CMM ayudan a limpiar los deshechos de las células muertas y promueven la renovación celular de los tejidos y los órganos.
- Comunicación celular: Liberan moléculas que estimulan la formación de células nuevas y estabilizan su función.
- Regulación: Las CMM regulan los procesos apoptóticos de muerte celular en los tejidos.
- Regeneración: Las CMM responden a las señales que los órganos emiten cuando éstos necesitan ser regenerados por algún daño, desgaste, lesión o enfermedad, incluso por el paso de la edad. Las CMM migran a las zonas necesitadas, reclutan a otras CMM del organismo y “despiertan” a células en estado quiescente para aumentar la capacidad regenerativa y emitir factores de crecimiento para la regeneración.
- Efectos antibacterianos: Las CMM combaten las invasiones bacterianas de forma directa y reducen de manera sistemática las posibilidades de alguna infección.
- Vascularización: Las CMM promueven la formación de nuevos vasos sanguíneos y revitalizan los tejidos.
El hecho de que todas estas funciones se regulan in-situ ha llevado al Dr Caplan a decir que las Células Medicinales de Señalización se comportan como una “Farmacia a Domicilio” que actúa según las necesidades inmediatas del tejido.[4]
Estos efectos terapéuticos in-vivo están siendo estudiados a fondo en varios países del mundo. Existen ya miles de casos reportados con el uso exitoso de éstas células en humanos y es por ello que las CMM están convirtiéndose en el Pilar de la Medicina Regenerativa.
A diferencia de hace 10 años, una búsqueda rápida en internet, nos remite a cientos de clínicas alrededor del mundo que ya utilizan las células medicinales para tratar una gran cantidad de padecimientos. Existen miles de artículos científicos y cientos de protocolos clínicos aprobados que demuestran no solo la seguridad sino la efectividad de éstas terapias. Mismas que según la enfermedad o lesión, pueden ser administradas al paciente mediante diferentes vías, pero todas ellas, apelan a la capacidad responsiva in-situ para que las células efectúen su labor terapéutica y de sanación.
Las principales formas de administrar éstas células son:
- Intravenosa
- Intratecal
- Intraarticular
- Subcutánea
- Cateterismo
- Intralesional
La lista de especialidades médicas que ya utilizan satisfactoriamente éstas células en terapias para humanos es larga. Aquí presento una breve lista de las áreas médicas que han visto un mayor beneficio.
- Enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, lupus, esclerosis, etc)
- Enfermedades crónico-degenerativas (diabetes, insuficiencia renal, hepatitis, etc)
- Anti-envejecimiento (regeneración orgánica-corporal, restauración capilar)
- Ortopedia (fractura de hueso, desgarre de cartílago/ligamento, inflamación, artrosis, osteonecrosis, etc)
- Enfermedades neurológicas (Alzheimer, Parkinson, infarto cerebral, etc)
- Odontología (regeneración de hueso para implantes)
- Oftalmología (degeneración macular, retinitis pigmentosa, retinopatía diabética, etc)
- Dermatología (estético-facial, quemaduras, heridas crónicas, úlceras, etc)
- Cardiología (infarto de miocardio, cardiomiopatía, insuficiencia cardiaca, etc)
- Entre otras.
Si bien todavía hay un largo camino por recorrer y todavía hay muchas cosas por aprender en cuanto a los mecanismos de acción y su efecto de largo plazo, éstas células medicinales ofrecen hoy, beneficios que no se encuentran en terapias médicas tradicionales.
México no se ha quedado atrás. Hoy en día existen más de 20 clínicas de Medicina Regenerativa y Terapia Celular que ya cuentan con licencia de la Autoridad Sanitaria para utilizar éstas células de forma rutinaria. Esto está posicionando a México en la vanguardia del uso terapéutico humano de las antes llamadas “células madre mesenquimales” hoy re-bautizadas como: “células medicinales de señalización”.