Las células madre tienen un enorme potencial como células capaces de reconstruir las neuronas y las estructuras dañadas en las enfermedades cerebrales
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la degeneración progresiva de las neuronas, originando la aparición de signos y síntomas característicos de la enfermedad
La utilización de células con capacidad de sintetizar y liberar dopamina para restablecer los circuitos neuronales dañados es una realidad
La enfermedad de Parkinson, también denominada mal de Parkinson, es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad en la vida de las personas. Se caracteriza por una degeneración progresiva de las neuronas, la cual origina la aparición de los signos y síntomas característicos de la enfermedad:
- Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara
- Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco
- Lentitud de los movimientos
- Problemas de equilibrio y coordinación
Estos síntomas comienzan lentamente, inicialmente en un solo lado del cuerpo, para posteriormente terminar afectando ambos lados. A pesar del tratamiento farmacológico, la evolución de la enfermedad no frena, esto conlleva a complicaciones motoras y psiquiátricas, las cuales disminuyen la calidad de vida de los pacientes y dificultan su manejo clínico.
El tratamiento de la enfermedad de Parkinson se perfila la utilización de células con capacidad de sintetizar y liberar dopamina para poder restablecer los circuitos neuronales dañados. En la actualidad, las aplicaciones clínicas de la terapia celular se limitan a las células madre adultas. 1
La terapia celular en relación a la enfermedad de Parkinson busca ocupar toda la capacidad de las células madre mesenquimales para renovar las redes neuronales y nerviosas mejorando el control de su sistema motriz y obteniendo mejoría en la coordinación de sus movimientos.
“Las células madre tienen un enorme potencial como células capaces de reconstruir las neuronas y estructuras dañadas en enfermedades como la enfermedad de Parkinson”1
La vascularización generada por esta terapia celular busca ayudar a la formación de nuevos vasos sanguíneos mejorando la oxigenación de todo el organismo, obteniendo beneficios tanto motrices como cognitivos. De igual forma se busca proteger y estimular a las células sanas presentes en la región dañada para fomentar el desempeño ideal de nuestro cuerpo. La terapia celular debe ser complementada con la terapia de rehabilitación habitual del paciente.
En la actualidad usted puede preservar las células madre mesenquimales adultas a partir de la pulpa dental contenida en los dientes de sus hijos o familiares.
Cuando hablamos de células madre debemos de entender que no estamos tocando un tema desconocido para la medicina actual, éstas empezaron a ser estudiadas desde los años 50 del siglo pasado. Gracias a todas las investigaciones, en la actualidad sabemos que algunos tejidos del organismo tienen la capacidad de auto-regenerarse, debido a la existencia de células madre que habitan en dichos tejidos. Se han localizado células madre adultas en la médula ósea, músculo esquelético, epidermis, intestino, testículo, hígado, y de forma más reciente en tejidos como el sistema nervioso central o el corazón.1
- Prósper, J. J. Gavira, J. Herreros, G. Rábago, R. Luquin, J. Moreno, J. E. Robles, P. Redondo. Trasplante celular y terapia regenerativa con células madre. An. Sist. Sanit. Navar.2006; 29 (2); 219-23. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272006000400018